jueves, 26 de diciembre de 2013

MI PRIMERA VEZ


Han transcurrido más de dos décadas desde que obtuve mi título de abogado y  aún recuerdo que luego de superar los exámenes requeridos por mi universidad y cumplir con los demás requisitos académicos me sentía  académicamente listo para el ejercicio profesional. De hecho, eso era para lo que me había preparado durante cinco años en las aulas universitarias. Pocos días después de la ceremonia de graduación tenía ya una oficina y un escritorio, una flamante computadora se encontraba junto a mí y no faltaba la biblioteca del  Estudio Jurídico que también se encontraba a mi disposición. Realmente era muy optimista y nada me asustaba.

Los asuntos que me fueron encargados en un inicio no eran muy distintos de aquellos que como pasante había realizado, quizás la única diferencia radicaba en el hecho de que podía suscribir escritos cuando así se requería. Sin embargo, todo cambiaría unas semanas más tarde.

En efecto,  una mañana al llegar a la oficina la recepcionista me indicó que allí se encontraban dos personas, clientes, que  necesitaban de los servicios urgentes de un abogado. Ninguno de los socios podían atenderles y por lo tanto debía hacerlo yo. Con cierto temor les hice pasar a mi oficina y en cuanto tomaron asiento descubrí algo muy grave, no sabía que hacer con los clientes. Nadie me había preparado para esto, esto no era parte de la formación académica.  Era la primera vez que debía atender un cliente.  Hoy no recuerdo sobre qué recayó la consulta, pero ciertamente me fue muy mal  en esta primera experiencia.

En general en la formación profesional,  no se discutía sobre las técnicas en la entrevista con clientes. Hoy esto creo que ha cambiado. En todo caso,  es fundamental conocer como conducir tales entrevistas, como iniciarlas, la forma de identificar la información jurídica relevante  y la manera de concluirlas.

Así para iniciar la entrevista el abogado debe en primer lugar presentarse ante el cliente, luego deberá explicarle que aquello sobre lo que discutirán está sujeto a confidencialidad en virtud de la Ley y la ética profesional, finalmente  su deber sería indicar al cliente sobre el  tiempo que podrá destinar a esta reunión y finalmente le dirá el costo que tendrá esta primera reunión.

Una vez que el abogado ha cumplido con esta etapa inicial de la reunión, deberá pedirle al cliente que le exponga su caso, durante la exposición el abogado debería aplicar técnicas de “escucha activa”, la cual le permitirá identificar los aspectos jurídicamente relevantes para el caso así como el demostrar la existencia de un auténtico interés en lo que dice el cliente.

Finalmente concluirá la reunión con una respuesta preliminar por parte del abogado sobre aquello que le ha sido consultado la misma que debería además incluir el ofrecimiento de dar al cliente una respuesta completa y por escrito en los siguientes días. 

Si el abogado sigue estos pasos durante su primera entrevista, claro con un entrenamiento previo,   superará con éxito tal evento. No sólo en el caso de su primer cliente sino a lo largo de toda la carrera profesional.

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