El
inicio de un nuevo emprendimiento no sólo requiere de un buen plan de negocios
que incluye necesariamente la identificación de los riesgos y oportunidades
para el nuevo negocio, sino que además debe incluir una planificación en los
aspectos legales y regulatorios.
La
mayoría de los nuevos emprendedores temen acudir a profesionales especializados,
abogados, por el costo adicional que
ello pueda significar.
La
persona que decide iniciar un nuevo negocio deberá tener una adecuada asesoría
en lo que se refiere tanto al establecimiento del mismo, como lo es la creación
de una compañía y la protección de su propiedad intelectual como lo son la
marca y su nombre comercial así como al cumplimiento de una serie de requisitos
que permitirán la buena marcha del negocio.
El
cumplimiento de una serie de normas, esencialmente regulatorias, como lo son
por ejemplo aquellas relacionadas con los aspectos laborales y de seguridad
social en general son conocidas por quienes inician una nueva operación. De igual manera, lo son aquellas relacionadas
con los aspectos tributarios.
Sin
embargo, tanto lo laboral como en lo
tributario existen una serie de opciones y detalles que si no se cuentan con
una adecuada asesoría podrían omitirse y tal omisión es la puerta para que se
presenten conflictos. La asesoría oportuna y especializada evitan en general
que ello se dé.
Así
mismo, dependiendo del tipo de negocio
que se establezca pueden existir otros requisitos adicionales que se requieran
para la buena marcha del negocio, como lo son los registros sanitarios o el
contar con buenas prácticas de manufactura. De igual manera, existen
regulaciones en materia ambiental que deben ser cumplidas por quienes conducen
cierto tipo de negocios.
El inicio de un negocio nuevo además requiere la suscripción de diversos contratos los mismos que sin una adecuada revisión podrían ser la causa de un futuro conflicto. Prevenir los riesgos es fundamental.
Por
lo señalado resulta fundamental contar con abogados que se encuentren en
capacidad de brindar todos estos servicios sin que ello implique que deba
existir una inversión extraordinaria adicional.